lunes, 15 de abril de 2024

Ojiplático



Aprende español callejeando: Ojiplatico
Avenida del General Perón




Hace pocos días vi este anuncio de una empresa que nos habla de un procedimiento de formación de palabras. Y está muy bien explicado: decimos que este hombre es pelirrojo (añadiendo una -r- para reflejar la pronunciación de la -r- fuerte) porque tiene el pelo rojo. Esta forma de crear adjetivos es relativamente frecuente en español.

Podríamos pensar que lo lógico es que la palabra fuera *pelorrojo. Pero no: la formación de este tipo de adjetivos es esta:   

SUSTANTIVO (que pierde su última vocal)   +    +   ADJETIVO

Casi todos los adjetivos de este tipo están formados por sustantivos que nombran partes del cuerpo de una persona, como cuellicorto/a ('que tiene el cuello corto'), o del cuerpo de un animal, como paticojo/a ('que tiene una pata o pierna coja'). Hay excepciones, como puntiagudo/a, que usamos para describir algo que tiene la punta afilada, muy fina; por ejemplo, podemos hablar de unos zapatos puntiagudos o de una nariz puntiaguda.

Muchas veces estos adjetivos son despectivos o humorísticos (no es lo mismo decir que alguien tiene el cuello corto, que es simplemente una descripción, que decir es un cuellicorto, que, según el contexto, es una burla o una caricatura). Pero esto no siempre ocurre: pelirrojo/a, que es probablemente la más usada (porque no tenemos otra manera de expresar esta idea: si decimos que alguien lleva el pelo rojo, es rojo teñido, porque nadie tiene el pelo rojo de forma natural); puntiagudo/a también es un adjetivo solamente descriptivo, no despectivo ni humorístico.

Independientemente de que el sustantivo nombre partes del cuerpo de las personas o de los animales, los adjetivos resultantes se usan indistintamente para personas o para animales: así, podemos hablar de personas o animales paticortos (o sea, de piernas o patas cortas).


Un paso más es el que damos con adjetivos como el de este anuncio de una marca de teléfonos inteligentes:


Aprende español callejeando: Ojiplatico
Calle Raimundo Fernández Villaverde




La primera parte, el sustantivo, es la palabra ojo, pero ¿qué adjetivo es *plático? Pues no existe. Si existiera, sería un adjetivo derivado del sustantivo plato. Pero no tenemos un adjetivo para esa palabra, básicamente porque no lo necesitamos.

¿Entonces, cómo se ha formado ojiplático/a? Alguien lo inventó a partir de la expresión ojos como platos, que usamos para describir el efecto de una gran sorpresa, porque generalmente cuando nos sorprendemos mucho abrimos mucho los ojos. Decimos, por ejemplo, me quedé con los ojos como platos, tenía los ojos como platos o abrió los ojos como platos. No se sabe quién inventó esta palabra, pero sí que empezó a usarse en la primera década del siglo XXI y que ya la tenemos en el diccionario de la Real Academia Española.

Así que ojiplático es, en realidad, una metáfora. Y como metáfora se usan otros adjetivos de este tipo. Por ejemplo, decimos que alguien es manirroto/a con el sentido de 'persona que no sabe ahorrar, que gasta sin ningún control'; literalmente, significaría 'que tiene una mano rota o las manos rotas', pero nunca la usamos así, sino como una imagen: la de alguien que tiene un agujero en la mano y por ese agujero se le cae todo el dinero. Otro ejemplo: peliagudo/a (que es una palabra que se usa más para cosas que para personas), que significa 'difícil de resolver'; viene de pelo y agudo/a 'afilado, fino, a veces punzante', y de la idea de algo con pelo afilado o punzante puede venir la idea de dificultad.


En esta imagen pongo algunos de los adjetivos de este tipo más utilizados, y con esto me despido:


Aprende español callejeando: Ojiplatico


¡Hasta pronto!